domingo, 5 de diciembre de 2010

SAJONES II

El Ejército

El ejercito sajón estaba compuesto de dos grandes grupos de guerreros. Los campesinos, que se unían para una campaña, conocido como Fyrd y los guerreros profesionales, los huscarls.

El Fyrd estaba compuesto por los hombres libres, generalmente campesinos, que tomaban las armas cuando eran requeridos por su Earl para una campaña concreta. Esta campaña podía ser de defensa del territorio o de conquista de nuevas tierras. El Fyrd estaba más pobremente armado que el ejército profesional y su eficacia en el campo de batalla fue disminuyendo con el transcurrir del tiempo. En la época de La Espiral y el Dragón, no existían grandes diferencias entre el equipamiento del Fyrd y el ejercito profesional, todo hombre libre estaba obligado a tener sus armas en casa y a saber utilizarlas. Cuando la campaña terminaba o llegaba la época de cosechar el Fyrd era desmovilizado y cada hombre regresaba a su casa. El ejercito profesional estaba compuesto por los huscarls. Comenzó siendo la guardia de corps del rey y de los Earls. Con el tiempo, fueron haciendose cada vez más grandes hasta que formaron la espina dorsal de los ejércitos de Inglaterra. En la época de La Espiral y el Dragón, este ejercito profesional no es tan importante como en épocas posteriores. Los huscarls estaban mejor preparados para la guerra que el ejercito de leva. Dedicaban su vida al jercicio de las armas y a la fidelidad hacia su Earl al antiguo modo germano.

El equipamiento de los guerreros sajones, en la época de La Espiral y el Dragón, constaba de armadura de cuero endurecido tachonado de piezas de metal o cota de malla, casco, escudo circular de madera, espada, lanza, jabalina, hacha, arco y el inseparable scramseaxe. Evidentemente, esto es una idealización. La panoplia de los sajones variaba mucho en función de su poder adquisitivo. Una cota de malla era una protección muy cara que solo podían permitirse los hombres más ricos y los huscarls. El equipamiento era bastante heterogéneo en cuanto a forma, habría hombres que lucharían con equipos nuevos hechos a medida para ellos y otros con equipos en parte heredados de sus familiares, en parte sacados de los prisioneros y de los muertos en el campo de batalla.

Recibían el mejor equipamiento existente en la época. En la imagen de la derecha aparece un huscarl de una época un poco posterior a la de La Espiral y el Dragón, pero su equipamiento es muy similar al del ejercito profesional de la narración; cota de malla, casco cónico, espada, hacha (en este caso la larga hacha de guerra danesa) y escudo (de cometa). Además de este equipamiento el huscarl también utilizaba lanza, jabalina y caballo, que le permitía acceder rápidamente al campo de batalla, pero que no utilizaba para el combate, solo como medio de locomoción. Tanto los miembros del Fyrd como los del ejercito profesional recibían una paga por sus servicios que estaba regulada por ley. Este salario podía ser en especie, tierras y en épocas más tardías en monedas de uso corriente. El armamento, así como la comida de los huscarls era proporcionado por el Earl bajo el que servían. Los huscarls no solo servían a su señor en época de guerra, también se les encargaba tareas en época de paz, La protección y escolta tanto de los Earls, sus familias y posesiones, como la de invitados y envajadas, la recaudación de impuestos y su custodia, el adiestramiento militar del ejercito de leva, de los hijos de los Earls y Dengs, así como de los nuevos pretendientes a huscarls, la patrulla y vigilancia de las fronteras...

Los cascos cónicos eran los más utilizados. Estos cascos podían estar labrados o ser lisos. Solían tener diferentes protecciones, carrilleras, máscaras nariguera, protección para los ojos, añadidos de cota de malla y/o cuero para protección del cuello y la nuca. Podían estar hechos de una sola pieza o de varias unidas por varillas y remaches. El interior estaba forrado de cuero del que pendían las ataduras que aseguraban el casco a la cabeza y que se ataban debajo de la mandíbula. Entre el cuero y el acero del exterior podían tener algún relleno de paja, lana o lino. Los cascos cónicos, sencillos y con nariguera se fueron imponiendo poco a poco a los modelos más ostentosos. Su forma cónica, lisa, sin adornos, hacia que el filo de la espada o del hacha resbalase sobre su superficie perdiendo fuerza, evitando que perforara el casco. En lineas generales, los sajones siempre optaron por armaduras y armas sencillas y efectivas ya que el coste de las mismas era menor y su eficacia mayor. Las armas y armaduras ostentosas quedaron para las paradas y las celebraciones, no para el campo de batalla. Los escudos eran muy populares entre los germanos. Estaban construidos de maderas fuertes y ligeras como el aliso o el álamo. En la época de La Espiral y el Dragón eran circulares de entre los 45 y los 120 cm de diámetro. En el centro del escudo había una pequeña rodela de hierro generalmente redondeada y sin brazos que se prolongaran a lo largo de los radios. El escudo estaba forrado de cuero en todo su borde. Generalmente, se los pintaba con vivos colores, a veces en porciones, formas solares o con figuras de animales reales o míticos. El escudo se sostenía con la mano izquierda y solían tener estribos para introducir el brazo y así asegurarlo más todavía. Cuando el guerrero cabalgaba, marchaba, luchaba en formación cerrada o necesitaba utilizar las dos manos para sujetar una lanza, el escudo se sujetaba al hombro a través de una correa que permitía que este soportase el peso del protector y al mismo tiempo una gran movilidad para anteponerlo entre el enemigo y uno mismo. El escudo también era utilizado como mesa improvisada y como un lugar seco donde sentarse a descansar. Con el tiempo los escudos redondos se fueron alargando dando origen a los escudos de cometa, pero son un poco posteriores en tiempo a la época que tratamos en La Espiral y el Dragón.

La cota de malla fue la principal armadura utilizada por los sajones, sobre todo por los hombres ricos y los huscarls. Era una protección cara y muy laboriosa de confeccionar. Se cortaban uno a uno los anillos de acero que después se unían entre si bien soldandolos o bien aplanando los extremos, agujereandolos y remachandolos. Finalmente se templaba toda la cota de malla en la fragua y se la sumergía en aceite para enfriarla. En tiempo de La Espiral y el Dragón, la cota de malla, también conocida como camisa de hierro, llegaba más abajo de la cintura y tenía las mangas alrededor del codo. La mayor parte de las cota de malla iban cosidas al exterior de una camisa de cuero blando, que con el tiempo se fue convirtiendo en un jubón acolchado. Este jubón protegería al guerrero, no solo, de los pellizcos que ocasionan los anillos de hierro sobre la piel, sino también, amortiguaría los golpes sobre la armadura. Solían atarse con cordones de cuero bien en la espalda o en el hombro y costado izquierdo. La cota de malla para el corte de una espada pero no evita el golpe que proporciona la misma sobre los huesos o los órganos internos. Las cotas eran muy eficaces contra los cortes, menos contra las puntas y casi nada contra las hachas y armas como martillos de guerra o mazas.

La lanza era el arma más usual para los antiguos germanos. Era barata y fácil de producir, bastaba un poco de hierro para la punta y un asta de solida madera. Un hombre armado con una lanza, aunque no tuviera mucha experiencias en combate, se convertía en un fuerte oponente a tener en cuenta. La lanza utilizada por los sajones medía de 1'5 a 2'1 metros. La punta de hierro era larga, afilada, muy resistente y con forma de hoja. Se utilizaba tanto con las dos manos como con una sola en formaciones cerradas, en la que los hombres juntaban sus escudos y la lanza era utilizada por encima de sus cabezas (cogida como si fuera una jabalina) intentando alcanzar las zonas más desprotegidas del oponente, la cara, el cuello y la parte alta del pecho. Los sajones aprendieron a utilizar formaciones cerradas en las que escudos y lanzas formaban una pared erizada y practicamente impenetrable para la caballería celta.

Las jabalina eran también muy utilizadas, sobre todo en las primeras épocas. Estas armas tenían la punta pequeña y en forma de espina, pesaban aproximadamente 1 kg y su alcance, con cierta precisión era de 30 a 40 pasos. Cada guerrero portaba varias jabalinas que sujetaba con la misma mano que el escudo. El vuelo de estas armas es lento y si el objetivo está atento puede evitar el impacto con cierta facilidad. La tácticas que utilizaban era lanzar las jabalinas de forma masiva hacia un grupo de enemigos en formación. Si el arma alcanzaba un escudo lo penetraba y se quedaba prendida de él con lo cual lo hacía prácticamente inservible. Era un arma temible, ya que incluso con cota de malla podía penetrar hasta 13 cm en el cuerpo del oponente. Otra arma muy popular entre los germanos era el hacha. Generalmente derivan de los modelos utilizados para las tareas diarias en las granjas. Gran parte del antiguo Fyrd estaba armado con hachas. El hacha de guerra aparece desde tiempos muy remotos. Encontramos pinturas rupestres de la edad del bronce donde se representa guerreros armados con esta arma. En la época de La Espiral y el Dragón los sajones se armaban con hachas de cabeza de acero y mástil de madera. Encontramos desde los modelos mixtos, que eran utilizados tanto en las granjas como en la guerra, a modelos exclusivos para el combate, como la larga y pesada hacha danesa o las más pequeñas que se lanzaban contra el enemigo. En todo el mundo germano encontramos cabezas de hachas del tipo conocido como de barba. Era un arma sencilla, barata y muy contundente. Podía romper escudos, armaduras y cascos con una facilidad asombrosa, no había protección, ni miembro, que resistiera un golpe de hacha. Poco a poco los huscarls fueron tomando la larga hacha danesa como su arma principal, era muy temida en el campo de batalla. En toda la Europa germánica se encuentran hachas de combate de todo tipo, incluso, aquellas cuya hoja ha sido finamente adornada con hilos de plata y oro.

La espada era sobre todo el arma más apreciada. Las espadas de los sajones eran armas contundentes de doble filo casi paralelo que en su extremo final convergían para formar la punta y con una longitud de entre 72cm a 80cm, hechas para cortar la carne, romper los huesos y machacar los órganos vitales.

Estaban compuestas por una larga lámina de acero templada con mucho cuidado. La forma de construirla era muy laboriosa. Para su construcción los maestros armeros utilizaban tres o cuatro láminas de acero con diferentes proporciones de carbono. Iban trenzando poco a poco las láminas al tiempo que las calentaban en la fragua y las golpeaban hasta unirlas formando una sola pieza, la hoja. Todo este proceso, hacía que la espada fuera extremadamente fuerte y al mismo tiempo flexible. Para aligerar el peso de la hoja sin quitarle eficacia una larga acanaladura recorría toda su longitud. No todo herrero podía fabricar una espada, solo los que estaban tocados, en cierta forma, por los Dioses, podían desempeñar este trabajo. Durante la construcción y el templado de la espada el maestro herrero realizaba una serie de ritos que trasmitían un poder especial al arma, haciendo de ella algo más que un simple objeto inanimado, dando poder al acero. Tal era la mitología forjada alrededor de este arma que hasta tenían un Dios herrero,Wayland o Völundr, cuyas armas eran tan perfectas que cantaban en el aire cuando se las manejaba.La hoja y la espiga de la empuñadura se hacían de la misma pieza. Los gavilanes que protegían la mano, cortos, en general, se añadían después y se soldaban. El pomo del arma se engarzaba de la misma manera que los gavilanes. Cada espada tenía un pomo de diferente peso, y adecuado con el peso y la longitud del arma, ya que el pomo servía para equilibrar el peso de la hoja y hacer de la espada un arma de precisión además de contundente. El pomo, al igual que los gavilanes, podían ser de bronce, plomo, cobre, oro, plata, hierro o acero. Entre los sajones se utilizaban pomos con formas lobuladas, de nuez de brasil, de sombrero y pomos con forma de anillo. Se han encontrado espadas de épocas tempranas con anillos de oro soldados en su pomo. La espiga del arma solía rodearse de madera, cuerno o hueso y después se ataba firmemente, con cuero mojado que al secarse encogía apretandose más fuertemente. También se han encontrado armas en las que el cuero rodéa directamente la espiga de la empuñadura. Toda la empuñadura, incluso parte de la hoja, podían ir finamente adornadas con incrustaciones de oro, plata o cobre, pero lo más normal es que la espada de combate fuera sencilla, solida y eficaz. La forma de utilizar la espada era, al mismo tiempo, precisa y contundente. El guerrero evitaba, siempre que podía, chocar su espada directamente con otra Al golpear el acero contra el acero el filo de ambas armas se mella tan profundamente que resulta muy difícil reducir esta hendidura. Si se golpea la hoja contra un escudo esta se queda incrustada en la madera, haciendo muy difícil el recuperarla con presteza. Aunque el filo de una espada puede, cortar una cota de malla, las pruebas no corroboran esto de una forma contundente. Lo que si se ha demostrado que al golpear la armadura la hoja de la espada es capaz de romper huesos y afectar gravemente los órganos internos. El estudio de tumbas de guerreros de esta época a lo largo de toda Europa nos muestran la eficacia de la espada utilizada contra la cabeza. Los cráneos encontrados tienen grandes hendiduras en forma de rebanada que les atraviesan de un lado en otro, separando el cráneo, practimente en dos partes (pese al casco). Se piensa que la espada se dirigía, sobre todo a las partes mas expuestas del cuerpo, donde producía terribles heridas y amputaciones, o se golpeaba con ella sobre la armadura de cota de malla, fracturando huesos, machacando órganos vitales y produciendo hemorragias internas.

Las vainas de las espadas se confeccionaban con dos piezas de madera tallada en cuyo interior se alojaba la hoja del arma. La madera iba forrada por una pieza de cuero, tela aterciopelada o tiras de cuero enrolladas. Al final de la vaina se colocaba una pieza de metal, que protegía y aseguraba todo el conjunto. También se añadían aros de metal a lo largo de toda la estructura con este mismo fin. Estos aros eran de diferentes metales, dependiendo de la capacidad adquisitiva del dueño y de la finalidad de la vaina. Solían ir profusamente adornados con motivos guerreros, espirales, dragones, etc. En la embocadura de la vaina se colocaba una pieza de cuero que impedía que la espada se saliera accidentalmente,que entrara humedad y al mismo tiempo permitía al guerrero liberar la espada de forma rápida. El interior de la vaina era recubierto de grasa que mantenía la espada aislada de la humedad, tanto cuando estaba dentro como cuando se sacaba para ser utilizada. Tengamos en cuenta que la hoja del arma estaba fabricada en acero y que este se oxida muy fácilmente. Mantener la espada aislada de la humedad, más en el norte de Europa, era fundamental para que esta estuviera en perfecto estado.

Los arcos entre los sajones, eran herramientas, básicamente de caza. No eran muy utilizados en la guerra, aunque sabemos que existían arqueros sumamente diestros que disparaban con puntas de flechas capaces de atravesar las cotas de malla. No fue hasta la baja edad media cuando los arcos comenzaron a ser un arma capaz de inclinar la balanza en un sentido o en otro. El famoso arco inglés (longbow) no aparecería hasta esta época tardía. Los arcos sajones, en la época de La Espiral y el Dragón eran arcos algo más pequeños y con menos potencia de tiro que los de tiempos posteriores. Su diseño era igual que el longbow, sencillo, eficaz, ligero, manejable, de bajo mantenimiento, de disparo suave y silencioso. Su curva de potencia (al igual que un longbow) es progresiva, es decir tal como vamos abriendo, esta irá aumentado la potencia del arco, sin bajones, progresiva y constantemente. Estaban fabricados con láminas de madera (tenía mucho prestigio la madera de tejo) fuertemente encoladas entre ellas. Algunas veces se les unían piezas de cuerno, o tendones de animales, lo que hacia de este arco un arma mucho más eficaz. Existían reputados maestros armeros (bowyers) que fabricaban estos preciosos y eficaces arcos.

Las flechas se componian de tres partes el mastil, la punta y las plumas. Las plumas hacian que la flecha volara recta hacia el objetivo. Las preferidas eran las de ganso, que se partían por la mitad y se pegaban por el lado de la caña al mástil. La punta se hacía de acero, su tamaño era pequeño y tenían, generalmente, forma de hoja o lobulada, aunque también podemos encontrar otras formas, dependiendo de la finalidad que se le de. Se han encontrado puntas de flechas conforma piramidal muy alargadas que tras probarlas sobre cotas de malla las han atravesado con sorprendente facilidad. Además de ser muy agudas, también se afilaban sus bordes.



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